Cambios que suceden sin más. Llamadlo destino,
caos o arbitrariedad no quiero quedarme en eso,
sino cómo pequeños momentos son tan dulces eternidades y
como puede llegar a conectar el ser humano consigo mismo
de una manera muy especial y sin ningún tipo de tensiones
en menos de 365 rotaciones bajo nuestro eje.
De esta forma, y sin ser un "adieu", me despido
de un gran amigo. Tantos momentos buenos y malos.
Muchas horas por teléfono y sus llantiKas
doradas. La Noche en barcelona, sus temeridades
y locuras. Sus encaprichamientos y su iPhone de los huev.s.
Esa misticidad, ese nosequé que queseyó por sus mejillas
que son tan achuchables aiiiiiiiiiiiiiii!!!! ^^
Y por tu amistad, gracias.
No me vas a perder nunca ni mucho menos y
espero verte este verano con suerte :)
Por ello seguiré creyendo en el ser humano pese a la destrucción
desmesurada de las cosas. A veces sabe apreciar la existéncia de ellas sin
esperar nada a cambio.
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