20 agosto, 2011

Vidrios traviesos

Y te empiezas a difuminar de tal manera
que dudo ensueño;
pero ya les gustaría.
En esa duda falsa te observo
deslumbrante hallándome
junto a ti.
Siento nítidamente y
entre la niebla que fracasadamente
intenta disuadirme
te veo claro y brillante, tanto
que aún me gusta observarte
bajo esa niebla pálida y juguetona
que tinta los vidrios de blanca seda.

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