Y en un segundo acaba tu vida.
Te das cuenta de quien es la persona
a la que quieres incondicional
y sinceramente y que tienes sentido
del humor.
Sacas todo tu potencial, "esa voz"
que ayuda a poner la maquinaria en
marcha como nunca antes
habrías sido capaz, y quedas tachado.
Has estado expuesto a la muerte,
jugado sus dados, y entre tablas
ganaste la partida; no eterna, te
da un respiro, pero
después de jugar quedarás
marcado y volverá.
Ya van dos veces, entre la vida y
la muerte y siento esa diferencia;
ese aire que me rodea y que
muestra otros secretos
que todavía soy incapaz de
identificar.
No será hasta otras jugadas
que podré percibirlo con claridad.
Me quedan muchas vueltas y Sol
ilumina el camino.
Nadie lo podrá apagar jamás.
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